
¿El síndrome de la Gangrena de Fournier tiene cura?
La gangrena de Fournier es una infección bacteriana agresiva y potencialmente mortal que afecta los genitales externos y el periné. Aunque se trata de una enfermedad rara —con una incidencia estimada de 1,5 casos por cada 100.000 habitantes al año—, su peligrosidad reside en la rapidez con la que progresa y en las graves complicaciones que puede desencadenar si no se actúa con urgencia.
En el Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga, donde el Dr. José Ángel Gómez Pascual lidera un equipo de especialistas, recientemente se trató un caso de gangrena de Fournier con una respuesta clínica inmediata. Gracias a una intervención quirúrgica coordinada y a la rápida actuación en Urgencias, se logró estabilizar al paciente y evitar consecuencias más severas. Este tipo de respuesta temprana es fundamental, ya que incluso con tratamiento adecuado, la mortalidad puede oscilar entre un 3% y un 67% dependiendo de la gravedad y la rapidez en la atención.

¿Por qué la Gangrena de Fournier es tan peligrosa?
Se trata de una fascitis necrosante que destruye el tejido subcutáneo de manera rápida. Comienza frecuentemente por una infección polimicrobiana —principalmente por bacterias como Escherichia coli, Clostridium o Streptococcus— que compromete la vascularización del tejido. En cuestión de horas, puede evolucionar hacia un cuadro de sepsis y fallo multiorgánico si no se actúa de forma inmediata.
¿La Gangrena de Fournier tiene cura?
Sí, pero solo si se diagnostica y trata de forma urgente. El tratamiento consiste en una combinación de antibióticos de amplio espectro y cirugía agresiva para eliminar el tejido necrótico. En muchos casos, son necesarias múltiples cirugías de desbridamiento y, posteriormente, reconstrucción con injertos o colgajos. El uso de apósitos de presión negativa (VAC) y una adecuada nutrición también son claves en la recuperación. Según el artículo revisado en Pol. Con. (2023), el manejo adecuado y multidisciplinar mejora significativamente las tasas de supervivencia.

El síndrome de Gangrena Fournier puede curarse, pero el tiempo es determinante. Reconocer los síntomas iniciales —dolor desproporcionado en la zona genital, edema, eritema o presencia de gas subcutáneo— y acudir a Urgencias de inmediato puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
En nuestra práctica diaria, como la reciente experiencia compartida por el equipo del Hospital Quirónsalud Málaga, seguimos promoviendo la coordinación entre servicios y la formación continua para ofrecer la mejor respuesta posible ante estas urgencias.