Disfunción eréctil

La disfunción eréctil (DE) afecta a dos de cada diez varones y hay estadísticas que en mayor o menor intensidad puede llegar a afectar al 40 % de varones mayores de 50 años. Hoy en día es un trastorno que en la mayoría de los casos se puede tratar. Sin embargo y, a pesar de su frecuencia, sólo un 10% de los varones acuden al urólogo y recibe tratamiento posterior.

La mayoría de los casos pueden resolverse hoy en día, sin embargo la inmensa mayoría de los pacientes no buscan solución por muchos motivos, el más importante de todos es la vergüenza y el reconocimiento en público (médico y pareja) de la enfermedad.  Cuando un paciente nos consulta por disfunción eréctil vemos casos que van de desde problemas leves con erecciones de menor calidad de lo habitual hasta otros casos en los que existe detumescencia precoz (la erección desaparece antes de lo deseado) pasando por falta de erección total (anerección). En la mayoría de los casos el problema puede resolverse de una forma satisfactoria para el paciente, recuperando su sexualidad y sobre todo la confianza en sí mismo.

Muchas veces el problema no siempre se produce o tiene una base orgánica, es decir, el mecanismo de la erección funciona correctamente, por lo que si logramos restablecer esa confianza perdida (bloqueo psicológico) el paciente no tendrá que recurrir ya siempre a tratamientos para lograr una buena erección y por tanto una relación sexual satisfactoria.

fig1

De todas formas, hay que decir que en aproximadamente un 80% de los casos de DE existe una causa física u orgánica subyacente, como por ejemplo una diabetes, una hipertensión arterial o un problema cardiovascular en general. Esta última causa suele ser muy frecuente.

Para más información sobre causas frecuentes, síntomas y tratamiento siga uno de los siguientes enlaces:

Disfunción eréctil